Os damos la bienvenida a este web-blog oficial de la Excma. e Ilustre Cofradía-Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de las Batallas y María Santísima de los Dolores (Servitas).
Esperamos que la información que aquí encontréis sea de vuestro agrado.
En
aquel tiempo los pastores fueron corriendo y encontraron a María y a
José y al Niño acostado en el pesebre. Al verlo, les contaron lo que les
había dicho de aquel niño. Todos los que lo oían se admiraban de lo que
decían los pastores. Y María conservaba todas estas cosas, meditándolas
en su corazón.
Los pastores se volvieron dando gloria y
alabanza a Dios por lo que había visto y oído; todo como les había
dicho. Al cumplirse los ocho días tocaba circuncidar al niño y le
pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su
concepción.
Hoy, es otro de esos días especiales en el año, es un día mágico, día en el que apenas en un segundo iniciamos un nuevo ciclo en nuestras vidas, en el que cerramos una puerta y abrimos una nueva. Este colectivo no es menos, y en 2017 nos deparan nuevos retos por afrontar y nuevas ilusiones que vivir con todos vosotros; a todos los que visitáis esta web, a nuestros hermanos os deseamos que tengáis un Feliz Año Nuevo.
Sucedió que por aquellos días salió un edicto de
César Augusto ordenando que se empadronase todo el mundo. Este primer
empadronamiento tuvo lugar siendo gobernador de Siria Quirino. Iban
todos a empadronarse, cada uno a su ciudad. Subió también José desde
Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se
llama Belén, por ser él de la casa y familia de David, para empadronarse
con María, su esposa, que estaba encinta. Y sucedió que, mientras ellos
estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento, y dio a luz a
su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre,
porque no tenían sitio en el alojamiento.
Había en la misma comarca unos pastores, que dormían al raso y vigilaban
por turno durante la noche su rebaño. Se les presentó el Ángel del
Señor, y la gloria del Señor los envolvió en su luz; y se llenaron de
temor. El Ángel les dijo: «No temáis, pues os anuncio una gran alegría,
que lo será para todo el pueblo: os ha nacido hoy, en la ciudad de
David, un salvador, que es el Cristo Señor; y esto os servirá de señal:
encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre». Y de
pronto se juntó con el Ángel una multitud del ejército celestial, que
alababa a Dios, diciendo: «Gloria a Dios en las alturas y en la tierra
paz a los hombres en quienes Él se complace».
Lc 2,1-14
Porque en este día tan especial, como es costumbre queremos estar con todos nuestros hermanos, siquiera virtualmente; con todos nuestros visitantes a este sitio web, con todos los cofrades de Cáceres, y con todos los cristianos y hombres y mujeres de buen corazón para desearos Feliz Navidad, que contempleis al Niño Dios nacido en Belén y que os reflejéis en Él para ser mejores con vosotros mismos y con los demás.
En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región
montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a
Isabel.
Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el
niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; y exclamando
con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de
tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque,
apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en
mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le
fueron dichas de parte del Señor!»
Este domingo, las lecturas bíblicas y la predicación se centran en la
disposición de la Virgen María ante el anuncio del nacimiento de su
Hijo. Como ya está próxima la Navidad, la reconciliación con Dios y con
nuestros hermanos ayuda a esperar la alegría de esta gran fiesta.
En ambiente de familia,
se recomienda que todos los preparativos sean con el firme propósito de
aceptar a Jesús en el hogar, la comunidad, el trabajo, la parroquia,
etc.
De conformidad con lo dispuesto en nuestras Reglas, por medio del presente comunicado venimos a convocar Junta General Extraordinaria para el próximo día 22 de diciembre de 2016, a las 19:00 horas en primera convocatoria, y 19:15 horas en segunda convocatoria, en los Salones de la Cofradía, en el Convento de Religiosas Jerónimos con el siguiente :
-ORDEN DEL DÍA
1- PUNTO ÚNICO: Recorrido Lunes Santo
Sirva el presente comunicado como medio de convocatoria suficiente, notificándose el mismo a través de los medios de comunicación social y escritos a nuestra disposición.
Se adjunta convocatoria para descargar en formato PDF.
¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?
En aquel tiempo, Juan, que había oído en la cárcel las obras del Mesías, le mandó a preguntar por medio de sus discípulos: "¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?" Jesús les respondió: "Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven, y los inválidos andan; los leprosos quedan limpios, y los sordos oyen; los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia el Evangelio. ¡Y dichoso el que no se escandalice de mí!"
Al irse ellos, Jesús se puso a hablar a la gente sobre Juan: "¿Qué salisteis a contemplar en el desierto, una caña sacudida por el viento? ¿O qué fuisteis a ver, un hombre vestido con lujo? Los que visten con lujo habitan en los palacios. Entonces, ¿a qué salisteis?, ¿a ver a un profeta? Sí, os digo, y más que profeta; él es de quien está escrito: "Yo envío mi mensajero delante de ti, para que prepare el camino ante ti." Os aseguro que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan, el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él."
Domingos de “gaudete” y “laudete”
Hay dos domingos en el año que se permite usar el color rosa en la vestimenta y estos son el cuarto domingo de Cuaresma (laetare) y el tercer domingo de Adviento (gaudete) porque en medio de la “espera”, se recuerda que ya está próxima la alegría de la Pascua o de la Navidad, respectivamente.
En la corona de Adviento también se suele encender una vela rosada.
Preparad el camino: Lecturas: Bar 5,1-9; Sal 125; Flp 1,4-6,8-11; Lc 3,1-6
Por aquel tiempo, Juan Bautista se presentó en el desierto de Judea,
predicando: "Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos." Éste
es el que anunció el profeta Isaías diciendo: "Una voz grita en el
desierto: "Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos." Juan
llevaba un vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la
cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y acudía a él
toda la gente de Jerusalén, de Judea y del valle del Jordán; confesaban
sus pecados y él los bautizaba en el Jordán.
Al ver que muchos fariseos y saduceos venían a que los bautizara, les
dijo: "¡Camada de víboras!, ¿quién os ha enseñado a escapar del castigo
inminente? Dad el fruto que pide la conversión. Y no os hagáis
ilusiones, pensando: "Abrahán es nuestro padre", pues os digo que Dios
es capaz de sacar hijos de Abrahán de estas piedras. Ya toca el hacha la
base de los árboles, y el árbol que no da buen fruto será talado y
echado al fuego. Yo os bautizo con agua para que os convirtáis; pero el
que viene detrás de mí puede más que yo, y no merezco ni llevarle las
sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego. Él tiene el
bieldo en la mano: aventará su parva, reunirá su trigo en el granero y
quemará la paja en una hoguera que no se apaga."
La figura de Juan Bautista reclama un aspecto vital de la Iglesia y, por
tanto, de todos sus miembros, la de ser precursor. Preparar el camino a
recorrer, anunciar la novedad presente, señalar la ruta a acoger…
comportamientos y acciones que debe adoptar todo creyente en su actitud
ante el prójimo con la humildad y sencillez del Precursor.
El
Precursor sabe que Jesús, el Mesías, está presente; este conocimiento se
convierte en heraldo de novedad. Su palabra, como la de los antiguos
profetas, ilumina la noche, calienta las tinieblas, rasga la oscuridad y
se transforma en luz que ilumina, fuego que calienta, día que
permanece. La Iglesia debe situarse, en el mundo, como depositaria de la
fuerza de la fe que no es imposición ni superioridad sino semilla de
mostaza que debe germinar, grano de levadura que debe fermentar. Una
Iglesia humilde y fuerte en su misión será en el mundo, un mundo muchas
veces arrogante y presuntuoso pero con frecuencia deseoso y en espera de
la verdad, una presencia que recoge la alegría del encuentro con el
Señor que, tras la espera, se producirá y realizará en todos los
tiempos.